Diez muertos y 54 heridos es el saldo de del carrobomba que explotó la mañana de este 17 de enero en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, luego de que el kamikaze José Aldemar Rojas se inmolará con 80 kilos de explosivos que llevaba en una camioneta Nissan Patrol, modelo 1993.
José Aldemar llegó en su camioneta hacía las 9:30 a.m. por el lugar menos vigilado de la escuela, y según cuenta la policía, él estaba haciendo el proceso normal para entrar hasta que un perro antibombas olió algo que advirtió al personal de seguridad. Acto seguido un cadete le solicitó a Rojas que se bajará del vehículo pero este no hizo caso, aceleró y lo mató arrollado.
Rojas avanzó poco más de 50 metros seguido por tres policías hasta que chocó contra el auditorio principal, donde minutos antes se estaba llevando a cabo una ceremonia de graduación policial.
Rojas llegó a Bogotá desde Arauca y se inmoló con 80 kilogramos del explosivo pentolita –mezcla de TNT y pentrita–, según dijo el Fiscal General, Néstor Humberto Martínez. Por la explosión se registran diez muertos, incluidos los tres policías que corrieron junto a él y la ecuatoriana Eriká Chicó. Además de 87 heridos, en su mayoría jóvenes estudiantes menores de 22 años.
Hasta el momento se desconoce quién o quiénes son los autores intelectuales del atentado, pero el presidente Iván Duque junto a la cúpula militar llegaron a la escuela horas después de explosión para manifestarle a la ciudadanía que el gobierno dará todo para saber rápidamente quien cometió este crimen atroz.
